Personajes callejeros

El tráfico vehicular y la dificultad de desplazamiento desde un punto a otro se han convertido en un verdadero martirio en Santiago; es la realidad actual.

Sin embargo, es precisamente la cantidad de autos, los tacos, y las eternas esperas para que la luz cambie en los semáforos, lo que me han ayudado a “cultivar la amistad”.

Y es que el tiempo que permanezco detenida, me da la oportunidad para conversar con esas personas que veo a diario mientras me movilizo arriba del auto. La vida se hace más entretenida e interesante si te regalas la posibilidad de alternar con personas diversas, sin importar su actividad, sus orígenes, ni estrato social, sean ellas ilustradas o iletradas. Basta que exista respeto, y de cada conversación siempre podrás aprender algo nuevo.

Willie, por ejemplo, es un hombre de mucho esfuerzo y sacrificio. Trabaja en la esquina de Príncipe de Gales y Américo Vespucio, paseándose entre los autos con una bandeja colgada al cuello, repleta de bolsas con almendras y nueces, voceando siempre y a todo pulmón cuando el semáforo está en rojo: “Baja el colesterol malo, y sube el bueno; le aporta energía, vitalidad y elimina la depresión. Pal corazón, antioxidante y pa la presión”.

Lleva pegado en su bandeja, un recorte de diario antiguo, plastificado, donde aparece escrito los beneficios que aportan para el organismo los frutos secos. Una vez le pregunté por qué andaba con ese recorte:

—Es para que vean que la palabra escrita vale tanto como la mía. No falta el que pone en duda todo lo que digo. No lo toman en serio a uno, lo creen ignorante. Si uno es profesional y sabe lo que vende —me respondió orgulloso.

Willie es oriundo de Constitución, pero llegó a Santiago hace… “ya ni me acuerdo la de años que llegué”. Siempre está pendiente de su gente, de los que dejó allá y viaja en Febrero de cada año a reencontrarse con “Conti”, como le dice él a su ciudad.

Esta amistad nuestra ha sido construida a luz roja, y diría que ha sido por más de 8 años. Es así porque ya éramos amigos cuando ocurrió el terremoto del 2010. Me acuerdo que en los días posteriores al terremoto vi en las noticias que Constitución había quedado prácticamente en el suelo. Justo después de eso salí a buscar a Willie, pero no tuve suerte, ya que esa misma noche había partido a su tierra.

A los meses después lo encontré, flaco y demacrado, ya de regreso en Santiago. Me contó que no quería dejar Constitución hasta no dejar parada su casa y con sus viejos bien acomodados en ella, porque el terremoto no dejo nada en pie. En esa oportunidad le entregué un sobre con unos pesos para solidarizar con él. Nunca olvidaré su expresión al tomarlo entre sus manos, así como sus ojos rojos de emoción y gratitud.

Me da gusto encontrarme con él. Siempre se acerca a saludar cuando paso por ahí en auto. A estas alturas ya tengo más que claro cuando las ventas no han estado buenas. Willie espera a que den la luz verde, y que los autos retomen la marcha para tirarme por la ventana unos paquetes de nueces y almendras. Así me obliga a volver al día siguiente y pagarle lo que le debo. Y cuando vuelvo un día después, de la esquina me mira picarón. Sonríe con un solo diente y me dice:

—¡Otra vez se la hice, patrona! ¡Usted es la mejor plata invertía, pueh!

El Caco, es otro personaje destacable de las calles de nuestra capital. Manquehue con Bilbao es su esquina. Se dedica a la venta de múltiples accesorios de la telefonía móvil. “Le lleva cargadores, adaptadores varios, soportes para celular, antenas, cables. Y otros productos extras, tales como parasoles para parabrisas, chalecos reflectantes y los clásicos pinos como desodorantes para el automóvil”.

Llega a trabajar a eso del mediodía, y no se mueve hasta que se le va el sol, o hasta que los Carabineros se lo permitan. Como él mismo explica, no ha podido sacar permiso para vender en la calle, porque todavía las ganancias no le dan para ese lujo, pero se está esforzando.

Por las mañanas, hasta antes de las 12 y solo en fechas especiales, se le puede encontrar en otra esquina, “haciendo un remplazo”. En Fiestas Patrias, vende banderas, con chupalla de huaso y para la Navidad las tarjetas de regalo. Lo insólito, es que el reemplazo lo viene haciendo desde hace cuatro años:

—Hace cuatro años se me murió el Guatón, éramos como hermanos, pa donde iba él, iba yo, y ahora pa perpetuar su memoria, es que sigo trabajando esta esquina, pero sin descuidar mi pega —me cuenta, afectado por el recuerdo.

Con el Caco nos une una historia de complicidad, de la cual no me siento orgullosa, pero estoy segura que la volvería a hacer por el aprecio que le tengo. Un día por la tarde bajaba en auto por Bilbao, cuando ya estaba oscureciendo. A lo lejos distingo las luces de una patrulla de Carabineros que, como cualquier otro auto, estaba detenida en el semáforo de Bilbao esquina con Manquehue, pero en dirección opuesta a la mía. De un momento a otro, la patrulla enciende las sirenas e inicia rápidamente su marcha antes que el resto de los autos, por Bilbao hacia arriba. Pensé en ese momento que de seguro se trataba de algún asalto y estarían persiguiendo a alguien. Antes que me dieran la verde para doblar por Manquehue, miro por el retrovisor y me doy cuenta que la patrulla había dado vuelta en U, y que ahora venía bajando, a tres cuadras detrás mío.

Cuando finalmente doblo, me parece ver al Caco corriendo con toda su mercadería y cables a cuesta. ¡Lo perseguían a él! No lo pensé dos veces, aceleré, abrí el vidrio del copiloto y,….. como si hubiéramos tenido un pacto implícito de confianza, el Caco tiró todo su inventario dentro de mi auto y corrió:

—¡Que no la vean, que no la vean! —me gritó mientras se alejaba.

Aceleré y dejé al flaco atrás, todo transpirado y con la cara desfigurada por el susto, sin saber si lo detuvieron o consiguió huir.

Antes de llegar a mi casa, trasladé todos los artículos a la maleta del auto, para no dejar a la vista evidencia alguna, y no comenté ni una sola palabra de lo ocurrido. Esto era entre Caco, mi auto y yo.

Esa noche soñé con persecuciones, sirenas y delincuencia. Mi conciencia cobró vida y me hablaba con voz gutural, que salía como desde el espejo de la bruja de la bella durmiente:

“¿Qué dirían tus hijos si se enteraran de lo que hiciste?”
“¿Crees que te respetarían?”
“¿Se sentirían orgullosos de la madre que tienen?”
“¿Y si en vez de accesorios de celular, lo que tienes es droga?”
“¿Sabes a quién estas encubriendo?”…..

Al día siguiente, destruida por el insomnio, me fui temprano donde hace el reemplazo el Caco, en la esquina del Guatón. Como todo esto ocurrió unos días previos a la Navidad, tenía la esperanza de encontrarlo. ¡Y ahí estaba! Con el gorro de Viejo Pascuero vendía las tarjetas para los regalos. Cuando me vio, de verdad me hizo sentir que yo era una aparición milagrosa, una diosa bajada del Olimpo. Le faltó besarme las manos de lo agradecido que estaba.

Los personajes de nuestras calles son fabulosos. Solamente con ellos podría escribir un libro. José el cuidador de autos de la notaría. El cartero Don Misael. La Rosita que vende la palta Hass desde que quedó viuda. Don Manuel que es cartonero de noche y guardia de día. Y así podría seguir…

Son todos partes de nuestra vida y ansían ser reconocidos. Yo les hago honra con este humilde pero sincero artículo.

Comentarios

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16 Comentarios

  1. Ian said:

    Excelente relato, muy ameno y humano….gracias por compartir estas vivencias

    Septiembre 23, 2016
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    • Mari said:

      Muchas gracias por tus palabras, haces que me sienta muy bien.
      Aunque las vivencias no sean tan desconocidas para ti.

      Septiembre 24, 2016
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  2. Gianni said:

    Maravilloso! Felicitaciones siempre con historias de vida que destacar.

    Septiembre 23, 2016
    Reply
    • Mari said:

      Muchas gracias por tu apoyo Gianni!!

      Septiembre 24, 2016
      Reply
  3. Fabiola said:

    Que bello relato. Felicitaciones. Con la gracia de siempre para contar historias. Cariños…

    Septiembre 23, 2016
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    • Mari said:

      Faby, me encanta saber que te gustó la Bitacora de hoy, gracias!

      Septiembre 24, 2016
      Reply
  4. Dani B said:

    Que buena Mari! Me encantó!

    Septiembre 23, 2016
    Reply
    • Mari said:

      Que te guste la bitacora es un gran incentivo para seguir escribiendo, mil gracias Dani
      Cariños

      Septiembre 25, 2016
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  5. Carolina said:

    Eres mas audaz de lo que ya sabía que eras!..pero de algún modo no me extraña….Eres preocupada..empática..pero sobretodo humanamente graciosa….es un relato entretenido y emotivo….solo tu Mari

    Septiembre 24, 2016
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    • Mari said:

      Claro que no te puede extrañar, porque es precisamente este tipo de historias. las que podriamos hacer juntas. Lleva nuestro sello Caro!!!

      Septiembre 25, 2016
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  6. Harald Jaeger said:

    Mary, excelentes tus percepciones sobre personajes que a pesar de una interacción diaria muy fugaz, finalmente son parte de nuestras vidas. Tienen un sentido para nosotros.
    Y lo otro que me conmueve de tu relato es como estas personas, con lo poco que poseen y aventurada vida que llevan, parecen ser felices. Son un modelo que nos retrotrae a las cosas esenciales de nuestra existencia.

    Septiembre 24, 2016
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    • Mari said:

      Así es Harald, no lo pudiste expresar mejor!
      Agradezco tu tiempo y el leerme, tu comentario es un gran aporte.
      Muchos cariños

      Septiembre 25, 2016
      Reply
  7. Cecily morris said:

    Mari: gracias por editar esta hermosa vivencia, nos deja lección de poner más atención con quienes compartimos diariamente, te felicito. Un abrazo cariñoso

    Septiembre 24, 2016
    Reply
    • Mari said:

      Toda la razón Cecily, es “poner más atención” Los detalles producen cambios importantes y esta en nosotros hacerlos
      Todo mi cariño para ti, un beso

      Septiembre 25, 2016
      Reply
  8. Ida Franetovic Yob said:

    Mary , que historia mas linda y entretenida ! De un grado de sencibilidad de parte tuya , que me dejo pensando en como ser una mejor persona , en todo sentido .Creo que nos abriste el corazon !
    Algunos de tus personajes , los conozco , como el de los frutos secos y el de Vespucio con Bilbao .
    Pucha yo compro los frutos secos por kilos y a una amiga , pero me dieron ganas de ayudarlos y partir a verlos ! Viste que nos hicistes mas sencibles !
    Te felicito , de verdad cada Bitacora tuya , nos entretiene y nos enseña algo .
    Y yo que estuve toda la semana en Maitencillo y al llegar hoy y volver a los tacos , altiro todos nos estresabamos y mi hijo Lucas decia , a no ! Yo me quiero ir a vivir a la Playa y tu sacas algo bueno de esto y aprovechas el tiempo , notable Mary , genial lo encuentro !
    Cariños

    Septiembre 24, 2016
    Reply
    • Mari said:

      Ida, tu eres única!, Tus comentarios revelan entusiasmo y optimismo, la forma que tienes de enfrentar la vida, es muy esperanzadora. No sabes cuanto te agradezco el estar conmigo en este desafio. Gracias infinitas!

      Septiembre 25, 2016
      Reply

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